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El arte consciente de Paul Yves Poumay

El arte documenta el mundo bajo una infinidad de posibilidades plásticas. Da cuenta de él espejeándolo de forma amable o incómoda, idealizada o realista, mostrando percepciones subjetivas (y no por ello menores) de ciertos hechos. Paul Yves Poumay, artista belga contemporáneo, está convencido del arte como elemento transformador de la sociedad, y su misión es construir, a través de él, un mundo más justo y sostenible.

Orígenes

Paul nació en 1969 en Verviers, una ciudad de Bélgica situada en la provincia de Lieja, al noreste de la región de Valonia.

Desde niño, Paul ya mostraba una inclinación por el arte, concretamente por la fotografía: en 1986 ganó un premio del Museo de Fotografía de Charleroi. Sin embargo, sus primeras andanzas profesionales tuvieron lugar en el campo del marketing y las finanzas, de las cuales Paul posee un gran bagaje.

No sería hasta unos años después cuando, un buen día, decidió dar un giro drástico a su vida y se inscribió en la Academia de Arte de Spa, la ciudad de las termas, dedicándose desde ese momento en cuerpo y alma al arte.

La fundación AWI (Art World Institute)

Mr Nobody, 29x20x24 cm, terracota

Si Paul Yves se caracteriza por algo es por tener una mente inquieta. Ha publicado varios ensayos cortos en clave filosófica, escribiendo para el prestigioso periódico francés “Le Monde”, el “L’Echo” y el diario “La Libre”.

En 2017 constituyó la fundación sin ánimo de lucro AWI (Art World Institute Asbl) donde promociona actividades culturales y exhibiciones públicas. El instituto está conformado por artistas, investigadores, intelectuales y librepensadores que creen en el arte como un vehículo universal de comunicación.

AWI tiene una clara pretensión ecologista, ya que en la web se señala la preocupante situación de los recursos naturales del planeta, así como una intención compasiva hacia los colectivos más vulnerables del sistema financiero.

Sin embargo, la visión del instituto por construir un mundo más equilibrado no responde ante ninguna ideología. El instituto AWI rechaza cualquier adscripción a una causa revolucionaria que reconozca la lucha antagónica de clases sociales.

En cuanto a la producción artística en sí, Paul es un hombre polifacético en cuyos trabajos incluye la pintura, escultura, fotografía e instalación artística.

“Cómo el arte cambiará a la sociedad”

Como venimos comentando, el arte de Paul Yves es un arte comprometido con el cambio. A través de él expresa a menudo su indignación hacia “el poder corrosivo del dinero”, ya que es un buen conocedor de los entresijos financieros y de cómo opera internamente la industria:

La industria global financiera es un fallo de proporciones épicas y es responsable de la lenta destrucción de los recursos naturales del planeta y de los más débiles. Este hecho ignorado se puede sintetizar simbólicamente en una especie de “momento suspendido en el tiempo y el espacio” que espera el surgimiento de un nuevo y reluciente cambio

Su crítica radical implica dirigirse hacia el desastre de la economía especulativa, los desafíos medioambientales y los problemas migratorios de esta época precaria, pero pasajera.

Mort d’Homme, 115x75cm, acrílico sobre lienzo

Para ello, se sirve de una estética expresionista que recuerda al art brut y el primitivismo del siglo pasado. Un arte salvaje que ocurre a extramuros de la modernidad y de lo mainstream, evocando la oscura noche de la humanidad donde las personas simplemente luchaban por sobrevivir. Y que, asimismo, explora con libertad las posibilidades del color.

En el caso particular de Paul, este recurre a un espectro tonal que abarca desde los colores más vibrantes y llamativos hasta los más oscuros e inquietantes. Sabiéndose en gran parte autodidacta, el artista belga mantiene un enfoque instintivo del arte donde lo emocional y lo absurdo (a la manera dadaísta) toman el pulso a la materia.

Una de sus obras más emblemáticas y polémicas es “El retorno de Don Quijote”, una escultura con la que se define provocativamente a sí mismo como “el artista más caro del mundo”. Imponiéndose al mundo de esta manera desafiante, Paul deja clara su indignación ante el poder y el estatus que otorga el dinero. Citando a Miguel de Cervantes:

Demasiada cordura puede ser una locura; la más loca de todas es ver la vida tal y como es, y no como debería ser

La escultura está estimada en más de dos mil millones de euros, y los beneficios de su venta están destinados al patrocinio e investigación de la fundación AWI.

Crédito internacional de Paul Yves

El migrante, 30x25x30cm, arcilla

Paul Yves ha desfilado por varias exposiciones relevantes a nivel internacional, como la Tercera Exposición de Arte de París (en la cual se le concedió el segundo premio) la Feria Europea de Arte Contemporáneo de Estrasburgo o la Haretexpo de Barcelona en 2019.

En ese mismo año tomó parte del proyecto de arte DF que puso a disposición del público sus últimas creaciones escultóricas en el Parque Floral de París.

Se ha visto envuelto asimismo en varias estancias por los Alpes italianos, Sicilia e Italia, y por supuesto, también por España. En suelo peninsular, programó una exhibición en la galería Alemi Art de León que coincidió con la crisis del Covid-19, impidiendo que tuviese lugar. Pero la cuarentena, lejos de pararle los pies, ha servido a Paul como una fuente de inspiración más:

Ha participado en la exposición virtual “Hello World”, una exhibición diseñada a nivel global (con la participación de 70 países) para el intercambio transcutural.