Jardines orientales del Palacio Imperial de Tokio
Los jardines de Japón encierran una belleza única. Su máxima expresión no son únicamente los sakura, sino la variedad vegetal tras la cual se esconde un proyecto estético muy sofisticado. En este caso, queremos que recorráis con nosotras los jardines orientales del Kōkyo, la residencia imperial.
Creación y localización
Los Jardines Orientales fueron creados como parte de un proyecto de renovación de los terrenos del Palacio Imperial.
Están ubicados en el ala oriental del recinto del Palacio Imperial y ocupan los barrios principales del antiguo castillo Edo. Abarcan 210 000 metros cuadrados y han sido abiertos al público desde el 1 de octubre de 1968.
El recinto se encuentra a 10 minutos de la estación de Tokio. La entrada Ote-mon está muy próxima a la estación Otemachi, de las líneas de metro Chiyoda, Tozai, Marunouchi, Hanzomon y Mita.
Por otro lado, la puerta Kikyomon está entre las paradas de metro de Nijubashi-mae (salida 6) y Otemachi (salida D2) o a 15 minutos andando desde la salida central Marunouchi, en la estación de Tokio.
Pincha aquí para acceder al mapa del metro de Tokio.
Horarios
Horario de apertura (orientativo):
- Desde el 1 de marzo hasta el 14 de abril de 9:00 a.m a 5:00 p.m (última entrada a las 4:30 p.m)
- Del 15 de abril hasta finales de agosto de 9:00 a.m a 6:00 p.m (última entrada a las 5:30)
- Desde el 1 de septiembre hasta finales de septiembre de 9:00 a.m a 5:00 p.m (última entrada a las 4:30 p.m)
- Del 1 de octubre hasta finales de octubre de 9:00 a.m a 4:30 p.m (última entrada a las 4:00 p.m)
- Desde el 1 de noviembre hasta finales de febrero de 9:00 a.m a 4:00 p.m (última entrada a las 3:30 p.m)
Horario de cierre (orientativo):
- Los lunes y viernes (a excepción de la mayoría de fiestas nacionales)
- Desde el 28 de diciembre hasta el 3 de enero
- En circunstancias inevitables
Entradas:
Hay tres accesos principales: desde la puerta de Ote-mon, Hirakawa-mon o Kitahane bashi-mon.
Composición de los jardines
Hay varias áreas para disfrutar de los jardines orientales del Palacio Imperial, donde la vegetación y variedad de especies arbóreas son dignas de apreciar.
Honmaru área (central)
En el área central de Honmaru existe una amplia extensión de campos verdes que recuerdan al visitante la importancia que tuvo en algún momento la torre principal del castillo Edo, cuya base en ruinas podemos apreciar actualmente.
Paisajísticamente se aprecia una pequeña isla de hierba salvaje con plantas nativas del archipiélago; orquídeas, árboles de té, un extenso jardín de rosas, un pequeño bosque de bambú con en torno a trece especies distintas, una pequeña isla de árboles de sakura que cuentan con una treintena de especies y varios edificios importantes: el Toka-gakudo, una sala de conciertos, el Tenshu-dai y el Fujimi-yagura-
Llama especialmente la atención la huerta que, según sabemos, por recomendación del propio Emperador Emérito, algunos árboles frutales fueron plantados hasta que pasaron de moda. Actualmente la huerta incluye perales, melocotoneros, ciruelos, frutas cítricas, caquis y manzanas japonesas.
Antiguamente, el Honmaru era el barrio central de la residencia imperial, y estaba adjunto a los complejos Ninomaru y Sannomaru, que contaban con grandes fortalezas, torres y sistemas defensivos. El Honmaru fue destruido varias veces por el fuego, y aunque se reconstruyeron posteriormente, hoy en día tan solo quedan en pie la fortaleza Fujimi-Yagura y la casa de defensa Fujimi-tamon.
Ninomaru área (lado oriental)
Este área presenta un jardín japonés, una bosque algo más espeso y árboles que representan las 47 prefecturas de Japón.
Algunas de las zonas más destacables son: Bairin-zaka, donde el bosque cuenta con más de cincuenta especies de ciruelos; la arboleda de Ninomaru, creada por el Emperador Showa como reminiscencia de los bosques que están desapareciendo alrededor de Tokyo; los jardines de Ninomaru, basados en un mapa del siglo XVIII con un estanque del cual se dice estar en la misma posición que el atribuido antiguamente a Kobori Enshu, un insigne aristócrata y artista del siglo XVI.
Cabe destacar el jardín de Iris, donde abundan 84 especies de esta flor introducida por el emperador Meiji-Jingu.
Sannomaru área
Este área se caracteriza por contener el Sannomaru Shozokan o Museo de las Colecciones Imperiales en un área de descanso.
Allí se halla una colección de piezas de Arte propiedad y herencia de la Familia Imperial y donadas al gobierno Japonés en 1989. La colección presenta una variedad de temas donde abundan los paisajes naturales, la flora y la fauna.
Nosotras accedimos al recinto por este área, atravesando la imponente Ōte-mon, la cual fue destruida por por un incendio en 1657 y reconstruida en 1658.
El tatsumi-yagura o sakurada-yagura es un edificio clave en esta zona: una fortaleza de dos pisos que se yergue como último retal del Sanmomaru original.
Si queréis completar información sobre Chiyoda y qué hacer o visitar allí, os recomendamos la guía de la página del Japan Rail Pass, que resulta muy completa.
Y ahora, prosigamos con algunos retazos de memoria.
Retazos de memoria
Más allá de la información oficial que hemos recopilado, nuestra experiencia, acompañadas de un guía en español con el que tuvimos la fortuna de contactar, fue bastante excepcional.
Recorrimos pausadamente todas las áreas anteriormente citadas, como la suwa-no-cha-ya o casa del té de Ninomaru. Nos detuvimos a oler y observar las flores, y entender la importancia de la naturaleza para la cultura japonesa.
En el Shozokan visionamos el rito de entronización del Tenno en el Kashikodokoro o santuario imperial, y recordamos uno de los datos más curiosos de Japón: es el último país del mundo con un emperador vivo. Eso nos hizo preguntarnos por su actual popularidad, la cual sigue siendo bastante grande.
Cuando nos topamos con un grupo de niños jugando en la hierba y rodeados de sus profesoras, el guía nos comentó que en primavera es habitual que los colegios hagan excursiones al exterior en las que les enseñan a cazar mariposas y aprender de la naturaleza a través de una experiencia directa. Al hilo de ello, descubrimos que las mariposas tienen un significado trascendente para los japoneses: simbolizan la felicidad conyugal, las geishas y el propio alma humana.
Así mismo, nos sorprendieron los estanques, llenos de vida y poblados por los famosos peces koi, de gran tamaño. Por lo que nos comentaron, estos fueron introducidos por el propio emperador Hirohito (Showa) en 1914, quien los mezcló con otra especie de la India para engendrar una especie única, caracterizada por poseer largas y sinuosas colas. Descubrimos que pudiesen vivir entorno a 30 años y que encarnan la buena fortuna en el ámbito académico y los negocios.
Para despedirnos queremos compartir algunas imágenes tanto del recinto imperial como de las vistas de Chiyoda, el distrito comercial que rodea al palacio imperial, compartiendo con vosotros y vosotras nuestra pequeña aventura, no sin una pizca de nostalgia.
¡Sayōnara!
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