Arte y Memoria Histórica en el Dark Tourism II
En esta segunda parte seguimos recorriendo aquellos enclaves y monumentos históricos del Dark Tourism que aportan un alto valor artístico y un ejemplo de la importancia de la Memoria Histórica como herramienta de conciencia crítica de la sociedad.
Monumento “A los que salvaron el mundo” (Prípiat, Ucrania)
Esta escultura nos transporta al este de Europa, en Prípiat, donde tuvo lugar la catástrofe de Chernobyl en 1986.
Siendo uno de los accidentes de centrales nucleares más conocidos de Europa y del mundo por sus consecuencias, Chernobyl vive actualmente una de las mayores cotas de visitantes turísticos jamás registradas. Cifras que han aumentado a causa de la curiosidad y la influencia provocada por documentales, series y películas que han contribuido a popularizar el epicentro del desastre como un destino turístico «atractivo».
El monumento «A los que salvaron el mundo» rinde homenaje a los liquidadores, las personas encargadas de lidiar con la catástrofe en primera línea de fuego, es decir, unos 600 000 bomberos encargadas de la descontaminación y limpieza de la zona tras el accidente.
El monumento conmemorativo, elaborado en hormigón, contiene por un lado el símbolo de la cruz cristiana y del globo terrestre, y por el otro, una representación realista de los bomberos en plena acción con una placa en el centro.
Cánticos de liberación durante la esclavitud (Estados Unidos)
Adentrándonos en la historia afroamericana, y conectando con un género artístico muy ligado al Dark Tourism, está la música.
La música, aunque no forma parte de las artes plásticas, generalmente acompaña actos como performances o happenings, interactuando constantemente con otros géneros artísticos. Su atracción en este ámbito particular reside en acercar al turista a un hecho trágico a través de la emocionalidad directa que provocan las melodías, y concretamente, la música afroamericana es uno de los mejores exponentes.
Surge en el contexto del siglo XVII, cuando se trataba forzosamente a los africanos a emigrar hacia el continente americano. Por suerte, esta situación no borró del todo la huella cultural africana, que además de llevar su fuerza de trabajo al «nuevo mundo», también salvaguardaron su arte.
Su legado continúa en la actualidad gracias a haberse convertido en los artífices indiscutibles de géneros musicales como el jazz, el soul, el blues y la música góspel; y más recientemente la música house, el hip hop y el trap.
Pero el origen histórico de estos géneros musicales está en las «Work Songs» o canciones de trabajo que surgieron a modo de cánticos de liberación a capela, entonados por esclavos. Solían ser improvisaciones con ritmos propios de sus poblados de origen, y reforzaban el vínculo entre sus cantantes (los temas trataban sobre las injusticias a las que los trabajadores estaban expuestos en común).
Museos como el de Historia y Cultura Afroamericana de Washington han conservado esta cultura artística de procedencia oscura que atrae in crescendo el interés internacional.
¿Y tú, qué enclaves del Dark Tourism crees que contribuyen a la Memoria Histórica y el valor del arte como una herramienta crítica de la realidad?
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