La cuestión de la mujer y el matrimonio en la España decimonónica
El matrimonio ha sido históricamente una de las instituciones más importantes para el funcionamiento del orden social, tanto desde una perspectiva institucional como religiosa. El matrimonio en la España decimonónica actuó como medio organizador de la división del poder y la distribución de mano de obra, y funcionó como un rito de paso de carácter individual y social, simbolizando el comienzo de la vida adulta y convirtiendo al casado en un ciudadano respetable en su comunidad (Coontz 11). Pero, además, este se vio traspasado por una serie de características que cambiarían su rol y su significado de manera trascendental, transformando los fundamentos de la institución hasta ser la que hoy conocemos.
Este artículo se centrará en introducir algunos elementos clave para entender la particular situación que experimentó la institución del matrimonio en la España decimonónica.
La idea de mujer como «el ángel del hogar»
Para empezar, no se pueden comprender del todo los cambios que experimentó el matrimonio en la España decimonónica sin comprender previamente la relevancia del debate en torno a la cuestión de la mujer. En la España de finales del siglo XVIII se comenzó a debatir acerca de la denominada “cuestión de la mujer” en un intento por discernir la posición social y jurídica de la mujer española (Ten Domenéch 95). La mayoría de pensadores de la época abogaron por una concepción de la mujer como “ángel en el hogar” bajo el supuesto de la naturaleza sentimental y dócil de la misma. Es más, esta conversión de mujer en el “ángel del hogar” se promovió desde todas las expresiones culturales y artísticas del momento: desde revistas y novelas hasta obras de teatro y periódicos (Campbell 85).
Así, el doctor Francisco Alonso y Rubio en La mujer bajo el punto de vista filosófico, social y moral: sus deberes en relación con la familia y la sociedad (1863) propuso un modelo educacional femenino de acuerdo con la naturaleza de la mujer, que consideraba en total consonancia con los valores del “ángel en el hogar”: “[P]arece indispensable que su educaci[ó]n [la de la mujer] se ponga en armonía con su destino, y que se le haga comprender de un modo claro y terminante … los grandes deberes que la incumben en el seno de la familia y en la vida social” (Alonso y Rubio 256-257). La perspectiva del doctor es solo un ejemplo más de entre la larga lista de pensadores que compartían esta visión de la mujer como ser virtuoso y relegado al plano doméstico.
Sin embargo, también se dieron voces disidentes, como las de pensadoras que aportaron sus perspectivas en torno al debate de la cuestión de la mujer. Sus obras resultan de gran valor entre un océano de enfoques masculinos. Entre ellas destaca Concepción Arenal, que en 1884 publicó La mujer del porvenir, libro en el que analizó y denunció la cuestión de la mujer española del siglo XIX.
Primer gran cambio: del matrimonio por conveniencia al enlace por amor
Este debate en torno a la cuestión de la mujer resulta esencial para entender los cambios que experimentó el matrimonio en la España decimonónica, ya que estos promovieron una transformación radical del rol de la mujer en el matrimonio. Así, en la Europa de finales del XVIII surgió una concepción radicalmente nueva del matrimonio basada en el amor y no en estrategias sociales o económicas.
Como respuesta a los ideales de libertad individual promovidos a partir de la Ilustración, se empezó a considerar que la felicidad de los cónyuges debía primar a la hora de escoger pareja (Cootz 100-101). Como cabe esperar, incorporar este cambio al completo supuso un largo proceso, que no se dio de manera uniforme en todas partes ni en todas las clases sociales. De hecho, en España los matrimonios concertados siguieron siendo la norma durante el siglo XIX, y no desaparecerían hasta bien entrado el siglo XX.
Segundo gran cambio: de compaginar el trabajo con la vida doméstica a la reclusión en casa
Además, durante el siglo XIX en Occidente se dieron una serie de transformaciones sociales y económicas que propiciaron el segundo cambio transversal en la concepción del matrimonio a uno basado en el sustento masculino (Coontz 108). Este cambio economizaba la distribución de las tareas familiares de acuerdo con las nuevas necesidades económicas.
Así, si bien hasta entonces había sido común que la mujer compaginase el trabajo con la vida doméstica independientemente de la clase social, el incremento del precio de la vida sumado, por un lado, a la menor cantidad de dinero que se les pagaba en comparación a los hombres, y a las creencias sociales acerca de las capacidades femeninas por otro, hizo que tanto la mujer burguesa como la noble quedasen completamente relegadas al ámbito doméstico, aumentando el valor social del prototipo de “ángel en el hogar” y volviéndolas más dependientes del matrimonio, lo único que podría garantizar su seguridad material.
La especial gravedad de la situación de las mujeres obreras
Con todo, en el caso de las mujeres de clase obrera, el sistema de matrimonio basado en el sustento masculino tuvo un efecto incluso más grave, ya que en la mayoría de casos, ellas sí continuaron trabajando debido a su apremiante necesidad de dinero. Sin embargo, al verse excluidas de los espacios de trabajo que, si bien siempre habían favorecido al hombre, con la nueva dinámica de roles de género las habían expulsado casi por completo, y “sin educación preparatoria … estas mujeres se vieron conducidas a la prostitución clandestina o a ejercer de mediadoras o de alcahuetas” (Ten Domenéch 112).
Conclusión
Recapitulando: las singularidades que experimentó el matrimonio en la España decimonónica, que surgieron de los principales cambios que se dieron entre finales del XVIII y durante el siglo XIX—el debate de la cuestión de la mujer, el cambio en el matrimonio basado en estrategia a amor, y el cambio en el rol económico llevado a cabo por cada miembro del matrimonio a uno basado en el sustento masculino—son las responsables directas de la concepción del matrimonio contemporánea, que es hija del matrimonio decimonónico en muchos aspectos.
Bibliografía:
- Alonso y Rubio, Francisco. La mujer bajo el punto de vista filosófico, social y moral: sus deberes en relación con la familia y la sociedad. Ed. por D. F. Gamayo, 1863.
- Campbell, Sara. “¿Quién lleva los pantalones? El ángel del hogar y la disforia de género en Conspiración femenina y La mujer igual al hombre”. Stichomythia. Revista de teatro español contemporáneo, n.º 8, 2009, 85-95.
- Cootz, Stephanie. Marriage, a History. Viking, 2005.
- Gómez Carrasco, Cosme Jesús. “Matrimonio, alianza y reproducción social en la burguesía comercial y en la élite local (Albacete, 1750-1830)”. Cuadernos de historia moderna, n.º 35, 2010, 69-95.
- Ten Domenéch, Mercedes. “El matrimonio y la mujer en la España del siglo XIX. Una visión jurídica enmarcada en la Literatura Realista”. EUNOMÍA. Revista en cultura de la legalidad, n.º 24, marzo de 2023, 94-117.
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