Historia de la moda y feminismo (I)
Este artículo es la primera parte de «Historia de la moda y Feminismo», donde haremos un repaso de los momentos más importantes de la indumentaria femenina desde el siglo XIX hasta la segunda ola del feminismo.
Introducción a la moda femenina
Pasado el día en que las calles se tiñen de morado, día en que la lucha por la igualdad se hace más palpable que nunca y en el que recordamos diversos logros (y los que nos quedan) desde la creación del movimiento feminista en el 1848, es importante hablar sobre cómo la moda ha sido influida por esta lucha.
La moda (que no deja de ser arte textil) y el feminismo tienen una relación muy estrecha, ya que una ha sido influenciada por la otra, y viceversa. La moda es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, por eso, no es tontería pensar que, si analizamos diferentes aspectos de la indumentaria de la historia, esta nos dará información sobre el papel o condición de la mujer en ese momento.
Hay algunos casos en los que estos cambios, prendas, o eventos relacionados con la moda son tan icónicos que han llegado a formar parte de la historia del feminismo, y pese a que el 8 de marzo ya ha pasado, quiero mencionar algunos de estos.
Los colores de las suffragettes
Si te pregunto cuáles son los colores del feminismo? la respuesta seguro que te parece fácil: el morado. Y no es ninguna mentira, pero tampoco es una respuesta totalmente correcta.
Todo empezó con el movimiento sufragista, que va desde el 1848 hasta el 1948, año en que se firmó la declaración de los Derechos Humanos y se proclamó el voto de la mujer como un derecho fundamental. En España, empezamos a votar en el 1933, pero hay que tener en cuenta que tres años más tarde llegó la Guerra Civil y posteriormente una dictadura que duraría hasta 1975 (y las mujeres no volvimos a votar hasta el 1977).
Para representar el movimiento sufragista se seleccionaron en su momento tres colores: el verde, el blanco y el morado, ya que las iniciales de estos en inglés, green, white and violet, corresponden con las iniciales del lema “Give Women the Vote” (dar el voto a las mujeres).
El verde era el color de la esperanza; el blanco representaba por su parte la pureza, y el morado a la libertad. Así, estos tonos empezaron a dejarse ver en diversos flyers, pancartas, anuncios, banderas, lo que provocó que, más temprano que tarde, se pusieran de moda.
El movimiento sufragista tenía actitudes y gestos provocativos que chocaban con el código de conducta de la época, especialmente para una mujer. Por esa razón, en contraposición a esto, las “suffragettes” optaron por una moda más delicada y romántica.
Este estilo, que empezó a llamar la atención junto a los colores del feminismo, se hizo tendencia y las tiendas empezaron a visibilizar una infinidad de vestidos, complementos, abanicos y accesorios de colores verdes, blancos y morados.
¿Quién lleva los pantalones?
Una de las primeras prendas en las que pensamos cuando hablamos de cómo la liberación de la mujer afecta a la moda son los pantalones. Y eso no es casualidad, puesto que los pantalones son uno de los símbolos más icónicos de la lucha por la igualdad.
Durante mucho tiempo, la mujer ha sido asociada a corpiños pesados, faldas con vuelo, bordado y encaje, vestidos con colas interminables, incómodas enaguas, corsés estrechos y asfixiantes, todo ello hasta la llegada de Coco Chanel, quien introdujo los pantalones en el armario femenino.
En ese momento fue algo muy revolucionario, ya que rompía con las normas de la moda femenina del momento. De hecho, la icónica diseñadora llegó a hacer la siguiente declaración:
Les he dado a las mujeres una sensación de libertad, les he devuelto sus cuerpos, cuerpos que estaban empapados de sudor por los adornos de la moda, encajes, corsés, ropa interior, rellenos… Les di la posibilidad de reír y comer sin necesariamente tener que desmayarse
Coco Chanel
Otras pioneras en «llevar los pantalones» como símbolo de libertad
Es importante mencionar que Coco Chanel no fue la primera en hacer esto. Muchas otras mujeres a lo largo de la historia adoptaron esta prenda como símbolo de igualdad ante el hombre.
Algunas incluso tuvieron consecuencias penales por las prohibiciones o expectativas que tenían las mujeres sobre qué tipo de prenda llevaban en la parte inferior de su cuerpo (algunas incluso prevalecen actualmente). Unos ejemplos de manifestaciones anteriores a Chanel en el uso de pantalones son los “pantalons” de la Revolución Francesa en el 1789.
La Primera Guerra Mundial también provocó que las mujeres tuvieran que usar pantalones y prendas para adaptarse a sus “nuevas actividades masculinas” ya que, como los hombres estaban luchando en el frente, ellas fueron las que hicieron que el país y el mundo no se parara. Así que se pusieron los pantalones y empezaron a trabajar.
Otro ejemplo fue el caso de la injusticia a Helen Beebe, quien en 1938
asistió como testigo a un juicio por robo y fue condenada a prisión por vestir pantalones, ya que el juez consideró que distraían la atención del caso.
¡Quítate el corsé!
Es obvio pensar que la liberación del corsé simbolizó la liberación de la mujer, pero vamos a hablar de hechos y eventos curiosos relacionados con esto.
Primero, quiero mencionar a Mariano Fortuny, que en el año 1909 diseñó el vestido Delphos:
Un vestido tubular de cuatro piezas, es decir, un vestido de tubo con mangas inspirado en la moda de la Grecia Clásica con una tela hipnótica que reflectaba la luz.
El diseño se caracterizaba por un misterioso plisado, cuya técnica de ejecución nunca fue revelada, puesto que, cuando Fortuny murió, su mujer arrojó todas las existencias que quedaban al río, así que hoy en día la técnica del plisado sigue siendo una incógnita. Esta prenda acabó siendo un icono de la liberación de la mujer por su forma y ausencia de corsé.
Otro diseñador a quien debemos también su granito de arena en el proceso de liberación del cuerpo de la mujer fue Paul Poiret.
Este modisto abandonó el corsé y creó una nueva silueta femenina con sus diseños. En 1908, Poiret creó la famosa falda de tubo, que liberaba las caderas aunque dificultaba la movilidad al estrecharse al final de la pierna. Por esa razón, existe un cierto debate sobre si realmente este modisto liberó el cuerpo de la mujer, o si lo siguió oprimiendo de otra forma.
En los «locos años 20«, con las flappers y las mujeres garçon, el corsé cambió y otorgó a la mujer más libertad de movimiento, y por esta razón nacieron tantos bailes dinámicos en esta época. Además, la figura buscaba acercarse al estereotipo unisex para equipararse al de los hombres y la comodidad en sus prendas, que siempre ha primado por encima de todo.
Diamonds are a girl’s best friend… ¿o no?
Hasta hace relativamente poco, las joyas eran una representación de riqueza. Cuando una mujer las llevaba puestas era porque las había heredado de su familia, o porque un hombre adinerado se las había regalado para marcar estatus (e incluso para indicar que esa mujer le pertenecía). La mujer no tenía la libertad económica necesaria para permitirse comprar joyas por su cuenta.
Sin embargo, de nuevo la creatividad y visión de Coco Chanel contribuyó a la causa, ya que puso de moda la bisutería, un tipo de joyería mucho más asequible y accesible para el grueso de las mujeres. Así, por primera vez, estas pudieron escoger qué adorno llevar sin necesidad de excesos económicos, y la bisutería se convirtió en otro de los símbolos de la emancipación de la mujer.
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