Cultos afrocaribeños: orígenes e historia
El Caribe. Una zona geográfica llena de tradiciones religiosas de origen africano. Ritos y formas de fe que viajaron forzosamente kilómetros de distancia a causa de la trata de esclavos negros. Pero que, pese a todo, consiguieron sobrevivir bajo la forma de cultos afrocaribeños.
En el presente artículo introduciremos la Historia y rasgos fundamentales de estos cultos afrocaribeños a través de las investigaciones de José Ignacio Urquijo Valdivieso y Tomás Calvo Buezas en “Cultos afroamericanos: dioses, orishas, santería y vudú”.
Los dioses en el exilio
El antropólogo Roger Bastide cuenta en su libro Las Américas negras cómo los llamados “dioses en el exilio” fueron lo único que los países europeos no pudieron esclavizar durante el sometimiento africano.
Dicho sometimiento, iniciado primeramente en el siglo VII por los árabes, continuó en la Época Colonial (XV-XVII) por parte de las potencias marítimas europeas (Holanda, España, Inglaterra, Francia y Portugal) para conseguir mano de obra que explotase los recursos del Nuevo Mundo.
La resistencia de los cultos afrocaribeños
Las religiones africanas viajaron por el Atlántico hasta el Nuevo Continente, pero no podemos decir que sobrevivieran así, sin más.
La gente negra, frente al sometimiento forzoso de su pueblo, siempre ha manifestado un cierto fenómeno de resistencia. Esta lógica irreverencia, no solo se dio en los palenques y sublevaciones, sino que también operó en el ámbito de las creencias y la espiritualidad.
El enorme esfuerzo que se hizo para no perder y relegar al olvido la fe y los ritos africanos permitió a las poblaciones afrocaribeñas adaptarse a la nueva situación creando procesos de aculturación y sincretismo religiosos.
Sin embargo, estas poblaciones afrocaribeñas no fueron homogéneas, y no todas recuperaron por igual los cultos africanos. Divididas en cabildos, cofradías y naciones según las etnias, las creencias afrocaribeñas pasaron por diferentes etapas históricas hasta llegar a la actualidad.
Etapas de las creencias afrocaribeñas
- Etapa colonial (XV-XIX): durante este periodo de esclavitud, las creencias procedentes de África eran consideradas diabólicas. Concebidas como pura superchería y magia en un sentido negativo, los cultos afrocaribeños fueron perseguidos por las autoridades civiles y eclesiásticas. Un ejemplo son las acusaciones del tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias y Lima.
- Etapa de abolición (XIX-XX): en este momento, los cultos afroamericanos se tenían por restos de un pasado primitivo. Un monoteísmo degenerado e ignorante de un tiempo ya perdido. Se toleró su existencia, pero se esperaba que la civilización lo hiciera desaparecer tarde o temprano.
- Etapa actual (XXI): en la actualidad, las religiones afrocaribeñas se consideran fruto del impulso del pueblo afroamericano, pero se las ve carentes de futuro. No responden al marco de la contemporaneidad, y, por lo tanto, acabarán desapareciendo, según algunos estudiosos.
El exilio de los dioses
Lo cierto es que las religiones, estén o no en auge, son un fenómeno digno de estudiar. Y como fenómeno, no resulta nada fácil de interpretar y explicar.
Esto ocurre particularmente con el caso de los cultos y fe afrocaribeñas. Sus diversas formas de expresión (vudú, santería y mesianismos) siguen generando una gran curiosidad entre los extranjeros y estudiosos de las religiones.
Todos los investigadores, auguren o no un buen futuro a estos cultos, en lo que sí están de acuerdo es en que no se trata de una simple reproducción de los ritos africanos genuinos.
Las religiones afrocaribeñas son una cosa nueva, distinta, una recreación con nuevas imágenes, símbolos y significados. Recreación que, nunca lo perdamos de vista, se realiza a través de un proceso enmarcado dentro de una estructura social: la de la esclavitud.
La doble pertenencia
Desde la perspectiva del esclavo negro, existe una disputa entre su mundo africano, del que se siente miembro pleno, y el mundo nuevo en el que vive (Caribe, continente Americano), del cual forma parte de manera marginal.
Su actitud es naturalmente de resistencia frente al nuevo estatus impuesto, y con los nuevos cultos y ritos pretende retornar a África, a su tierra de origen y la de sus ancestros.
La persona que sigue los cultos afrocaribeños probablemente participa de dos mundos a la vez en una especie de doble pertenencia. Y más allá de esta doble pertenencia, puede haber, incluso, una triple. Como dice Urquijo, en la Edad Moderna había «dioses en el exilio», mientras que ahora se produce «el exilio de los dioses«.
Miles de afroamericanos cubanos, haitianos y dominicanos emigran forzosamente (esta vez por necesidades económicas y sociales) a otros países, llevan otra vez consigo a sus dioses a Nueva York, Miami o Madrid.
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