Turquía: un país de contrastes I: Estambul
En Turquía: un país de contrastes I: Estambul te contaré la primera parada de mi viaje por Turquía en la capital del país. Recorreremos juntos su historia, deteniéndonos en su cultura y arte, ya que Estambul es una auténtico crisol de civilizaciones.
Geografía de Estambul
Estambul se encuentra en una posición geográfica privilegiada y es un caso único en el mundo: está situada entre dos continentes, Europa y Asia.
Las aguas son las encargadas de dividir en tres grandes partes el territorio: el Cuerno de Oro (al sur) y el barrio de Gálata (al norte) están separados por una estrecha ría, mientras que la parte europea y la asiática lo hacen por dos grandes mares: el Mar Negro (al norte) y el Mar de Mármara (al sur).
A su vez, el mar de Mármara conecta con el mar Egeo por el estrecho de Dardanelos (el Helesponto de la Grecia clásica) mientras que el estrecho del Bósforo conecta el mar de Mármara con el mar Negro.
La parte europea acoge fundamentalmente edificios comerciales y administrativos, mientras que en la parte asiática se ubican las residencias.
Estambul tiene una población de 15 millones de habitantes y es visitada por un millón y medio de turistas al año. Es una ciudad cosmopolita y multicultural, donde existe una síntesis del islam, la cristiandad y varias culturas.
Crisol de civilizaciones antiguas
Para entender hasta qué punto es una cuna o hervidero de civilizaciones, vamos a hacer una retrospectiva de los hitos que van marcando su historia:
En la época Neolítica (6000-3000 a.C) y la Edad de Bronce (3000-1200 a.C) se rastrean los primeros asentamientos por la zona de Topkapi, cerca de Estambul, donde actualmente se yergue el Palacio otomano de Topkapi.
No tardarán en llegar las incursiones de los pobladores de Megara (Grecia) en el 680 a.C, fundando la ciudad de Calcedonia en la parte asiática de Estambul. Más adelante, también llegará de Megara el rey Byzas (Bizante) quien funda Bizancio, la actual Estambul.
Hasta aquí todo más o menos tranquilo, pero en el 513 a.C empieza la sucesión de dominaciones externas: en el 513 a.C invaden los persas, después los atenienses, después los espartanos, los galos y en el 146 a.C pasa a ser un protectorado militar de Roma.
Bajo el ala romana se anexiona al Imperio Romano y, con Constantino, Estambul es renombrada como «Constantinopla» constituyéndose el cristianismo como la religión oficial del Estado. Posteriormente, cuando se muere el emperador Teodosio en el 395 d.C el Imperio Romano se divide y Constantinopla pasa a ser el Imperio de Oriente, recuperando el nombre de Bizancio.
Luces y sombras medievales
En el siglo V se construyen las murallas que rodean actualmente la ciudad, una urbe cada vez más poderosa que cobra su máximo esplendor con el gobierno de Justiniano, quien entre el 527 y el 656 manda construir nuevos monumentos en la ciudad, como la Iglesia de Santa Sofía o Hagia Sofía (Santa Sabiduría).
Desde el 666 al 870 los árabes asedian hasta 8 veces la ciudad, intentando conquistarla. A causa de los desacuerdos entre los católicos y los ortodoxos (esta última es la iglesia griega oriental) tiene lugar un cisma religioso entre la Iglesia Católica de Occidente y la Iglesia Ortodoxa de Oriente, en 1054. Constantinopla pasa entonces a ser sede de la Iglesia Ortodoxa.
Esta era de luces y sombras parece no tener fin, y en el siglo XI y XII los genoveses y venecianos empiezan a controlar el comercio marítimo, especialmente en el barrio de Gálata. Entre tanto, los latinos llegan a la ciudad en el siglo XIII con la IV Cruzada, una expedición militar para recuperar la Tierra Santa (1202-1204) y la invaden y saquean.
Tras el Sitio de Constantinopla los feudos de la capital bajo control de los líderes cruzados recibe de nuevo otro nombre, Imperium Romainae.
En 1261 Constantinopla pasa de nuevo a manos de los griegos, fundando la dinastía de los Paleólogos, y a finales del siglo XIV los turcos-otomanos empiezan los asedios. Se empieza a vislumbrar la Edad Moderna.
La Istanbul moderna y contemporánea
En 1453 el sultán Mehmet II conquista Constantinopla, reconvertida en Istanbul, configurándose como una capital más junto a las ciudades de Bursa y Edirne.
Istanbul es en la época moderna el centro del mundo musulmán y la esencia de un califato que ostentará el poder hasta el siglo XVIII. Dicho califato irá dejando a su paso bellísimas mezquitas, madrasas (escuelas) y palacios monumentales.
La llegada del siglo XIX Istanbul deviene en cambios sustanciales, y la ciudad se va europeizando, adoptando cada vez más aires de estilo barroco y rococó francés.
Con la Guerra de la Independencia turca y el movimiento de liberación liderado por Mustafa Kemal Ataturk, el califato se disuelve y nace un nuevo estado liberal y moderno. Ankara es ahora la capital de la nueva república (1923) y Estambul, aunque pierde su título, no deja de crecer exponencialmente, atrayendo a un gran porcentaje de población rural.
Los imprescindibles
Si quieres conocer Estambul en profundidad, no puedes perderte los siguientes imprescindibles, es decir, los espacios y construcciones que marcan los hitos históricos relatados:
Museo de Santa Sofía
La obra más grande y sagrada de época bizantina. Utilizada como iglesia durante 916 años desde su construcción en el 537 hasta la conquista de Estambul en 1453, fecha tras la cual se ha utilizado como mezquita hasta la actualidad.
Tras recorrerla interiormente, se puede visitar el exterior rodeado de profusos jardines y mausoleos.
Cisterna de Yerebatan
Durante la época Bizantina (532) se construyeron más de 60 cisternas en la ciudad. La de Yerebatan es la más grande de todas ellas, trayendo agua dulce desde los bosques de Belgrado, a 25 km de distancia.
Se trata de un auténtico bosque de columnas romanas variopintas, algunas con cabezas de Medusa esculpidas en los óvolos, que alcanzan la cifra de 336 piezas que componen una atmósfera mística.
Mezquita del Sultan Ahmet o Mezquita Azul
Construida durante el reinado del decimocuarto sultán del Imperio Otomano (1603-1617) la mezquita de Ahmet I es la más grande y fastuosa de Estambul. Fue construida junto a una madrasa, un asilo, un centro comercial artesano, un alojamiento para camellos, una fuente y un kulliye (complejo socioreligioso).
Museo de los Mosaicos
Fue creado con el fin de proteger el empedramiento del peristilo del vasto patio del Gran Palacio Imperial Bizantino. La mayoría pertenecen al siglo IV y VI y retratan temas religiosos, mitológicos (influencia helena) y de la vida cotidiana.
El Hipódromo
Es el corazón del turismo en Estambul y está rodeada de los monumentos históricos más importantes.
Consta de un obelisco egipcio (s. XV a.C) una columna erigida por Constantino, una fuente alemana o de Guillermo II y la famosa Columna Serpentina (479 a.C) transportada por Constantino desde el templo de Apolo en Delfos.
Si visitáis la plaza no os olvidéis de ir hacia el oeste y pasar por el Museo de Artes Turcas e Islámicas en el Palacio de Ibrahim Pacha.
El Palacio de Topkapi Sarayi
Sede administrativa del Imperio Otomano y el lugar histórico más importante que visitar en Estambul. Es el palacio más visitado de Turquía.
Aquí, Fatih Sulan Mehmet mandó construir sobre las ruinas romanas un magnífico complejo palaciego que ha ido sufriendo ampliaciones posteriormente. Data entre los años 1475 y 1478.
Quizá lo más destacado de sus lujosas salas internas sea El Harén, el diván del Sultán y la colección de porcelana de las cocinas, así como el Tesoro Imperial que albergan los almacenes del palacio.
La Iglesia de Santa Irene
Aunque pasa más desapercibida, la Iglesia de Santa Irene se alza sobre un antiguo templo dedicado a la diosa Afrodita y fue ampliada y enriquecida por el Emperador Justiniano, uno de los ejes históricos de Estambul.
Mantuvo su importancia como la segunda iglesia más grande de la ciudad después de Santa Sofía, aunque sus imágenes interiores no pudieron salvarse tras las guerras iconoclastas.
Actualmente es un museo militar arqueológico, y se encuentra al lado del Museo Arqueológico de Estambul (de los cinco más importantes del mundo). Sobra decir que se trata de un auténtico imprescindible.
Paseo por las Murallas
Estambul está rodeada de murallas construidas en época bizantina. Las murallas marítimas, concretamente, están construidas a lo largo del Mar de Mármara (mármol) y se extienden hasta los 8,5 km. Fueron construidas por Constantino el Grande y Teodosio II entre los siglos IV y V.
Por otro lado, las murallas terrestres abarcan desde Yedikule (siete torres) hasta el Cuerno de Oro y las murallas de Halic. Es en las murallas terrestres donde se puede apreciar el castillo fortificado de Yedikule y la plaza de la Columna Quemada, cerca del Hipódromo. La Columna Quemada, del siglo IV, remataba antiguamente con la estatua de Constantino.
El Gran Bazar
Un buen lugar donde descansar es en el Gran Bazar, el «Kapali Karsi» de los turcos.
En su interior se encuentran numerosas tiendas llenas de objetos de gran interés turístico, y aunque no conserva su aspecto oriental original, las 35 hectáreas que lo conforman ofrecen desde especias y dulces turcos hasta narguiles (pipas de agua), cerámica, souvenirs, rosarios, disfraces, ropa, cuadros, trajes de bailarina de la danza del vientre…
Mezquita de Solimán el Magnífico
Construida entre 1550 y 1557 por encargo del Sultán Solimán, el proyecto corrió a cargo del arquitecto más famoso de todo el Imperio Otomano: Sinan.
En la época de Solimán el Magnífico el imperio se extendió tanto que casi llegó a alcanzar la extensión del Imperio Bizantino de la época de Justiniano. Esta mezquita, la gran obra maestra de Sinan, fue construida en medio de un jardín delante de un patio columnado y detrás de un amplio cementerio.
Posee los cuatro minaretes característicos, balcones y hermosas vidrieras al interior.
El puente de Gálata
Tras el crecimiento de la zona norte del Cuerno de Oro (s.XIX) se preparó este proyecto para unir los dos lados del cuerno, un proyecto iniciado por el mismísimo Leonardo Da Vinci tiempo atrás.
El primer puente se construyó en 1836, mientras que el actual se realizó en 1845 frente a la Mezquita Nueva. Permite la entrada de los barcos hasta los astilleros del Cuerno de Oro.
El Acueducto de Valente
Construido por el emperador Valente en el 375 bajo el Imperio Bizantino. Tan solo se conservan 600 m en el barrio de Unkapani y 200 m en el de Beyazit. Las piedras se trajeron de la ciudad antigua de Calcedonia.
La Torre de Gálata
Torre de 61 metros de altura en la colina de Gálata que se aprecia en casi toda la ciudad y domina el Bósforo, el mar de Mármara y el Cuerno de Oro.
Al mirador se llega tras una ardua subida de 143 escaleras, aunque también hay ascensor. En el siglo V existía una torre, pero fue reconstruida en 1348 por los genoveses como un gran baluarte del recinto amurallado, aunque en época otomana se convirtió en una atalaya para vigilar los incendios.
Paseo en barco por el Bósforo
Uno de nuestros recuerdos más memorables es el paseo en barco por el Bósforo, que significa «estrecho».
Se consideran aguas internacionales bajo control turco y es un enclave vital para salir a los océanos y llegar a las costas de Rumanía, Bulgaria, Ukrania y Rusia. Está lleno de terrazas y restaurantes en las orillas, ampliamente frecuentados, donde también se pueden observar muchas villas palaciegas y mezquitas, destacando la del imponente Palacio de de Dolamabahce, principal centro administrativo del Imperio Otomano de 1853 a 1922.
Podéis ampliar información en el enlace que os dejamos aquí donde encontraréis muchos más sitios que ver (hemos tenido que hacer una selección muy reducida en realidad) y cómo contratar un paseo en barco por el Bósforo.
Si algún día viajáis a Estambul y os acordáis de nosotras, no os olvidéis de comentárnoslo en la caja de comentarios de este artículo.
¡Güle Güle!
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