Descubriendo Sintra (1): el Palacio da Pena
Aprovechando un viaje reciente a Lisboa en este 2023, me gustaría hablaros de todo lo que descubrí visitando Sintra, una población portuguesa de las colinas de la Serra de Sintra. Aunque hay mucho que ver por allí, yo diría que dos sitios fundamentales que no te puedes perder son, sin duda, El Palacio Nacional da Pena y la Quinta da Regaleira. En el artículo de hoy, le dedicaremos un espacio al primero.
Palacio Nacional da Pena
Lo primero que llama la atención de este palacio es su fachada llena de colores muy vivos, una estética que se asemeja más a los palacios de Disney que a las arquitecturas que he visto en otras partes de Europa. Sin embargo, a pesar de parecer un cuento de hadas, lo que ves es real.
El Palacio Nacional da Pena fue una de las principales residencias de la monarquía portuguesa durante el siglo XIX, constituyendo una de las máximas expresiones del estilo romántico dentro de la arquitectura portuguesa de esta época. Situado en la ciudad de Sintra, sus orígenes se remontan a una capilla medieval dedicada a Nuestra Señora de la Pena, hasta que el rey Manuel I ordenó la construcción de un monasterio que fue donado a la Orden de San Jerónimo y que se destruyó durante el terremoto de Lisboa de 1755. Afortunadamente, la capilla pudo salvarse y cuando el rey Fernando II, un culto aristócrata alemán, seguidor del movimiento romántico y esposo de María II «La Educadora» lo descubrió, decidió adquirirlo junto a los espectaculares terrenos aledaños para convertirlo en su residencia de verano. Desde 1910, el palacio fue declarado Monumento Nacional y la Unesco declaró el Paisaje Cultural de Sintra como Patrimonio de la Humanidad en 1995.
Una mezcla de estilos
A nivel arquitectónico, el complejo que se alza sobre unos robustos peñascos y aúna un estilo neogótico, neomanuelino, neoislámico, neorrenacentista con algunas reminiscencias de la arquitectura colonial (muy del gusto romántico y su gusto por lo exótico). Al exterior posee murallas con dos puertas, una de las cuales tiene un llamativo puente levadizo, mientras que la planta es bastante irregular y se adapta a las condiciones del terreno y la preexistencia de la anterior capilla.
La primera estructura con la que te toparás es la «Puerta de la Rosa«, de estilo árabe que te recordará a la Puerta de la Justicia de la Alhambra de Granada. En su tímpano hay 3 rosas que supuestamente aluden a la heráldica familiar. La siguiente es la «Puerta Monumental«, con un imponente arco que conduce a la famosa «terraza del tritón». Allí nos sorprendió una criatura mitad pez mitad hombre que surge de una concha con una mirada furibunda y una cabeza cubierta por cabellos que se transforman en un tronco de parra, cuyas ramas están sujetas por sus propios brazos. Al parecer, se trata de un tritón que representa a los cuatro elementos y que simbolizaría la «alegoría de la creación del mundo» mientras parece soportar el peso del balcón superior. Otro dato curioso es que la fachada principal está revestida con azulejos de policromados y dispone de un balcón a nivel del tercer piso que no perdimos la ocasión de visitar.
El claustro manuelino
Mientras que Versalles nos deslumbró por su ostentación y esa tendencia infinita al «horror vacui», el Palacio da Pena nos provocó la sensación contraria: al deambular por sus estancias resulta muy sencillo recrear la vida cotidiana que llevaron allí Fernando II y María II de Portugal, así como sus consiguientes sucesores. A ellas se accede a través del claustro de los antiguos jerónimos (imagen de la portada) que destaca por sus azulejos hispano-moriscos de motivos geométricos ejecutados con la técnica de la «cuerda seca».
Estancias interiores
Destaca la habitación de Fernando II, rellena de decoración en estuco pintado con motivos neo-moriscos, una prueba del interés del monarca por la herencia islámica en la cultura portuguesa. También es llamativo el «Gabinete de la Reina«, en un principio habitación de la Condesa d’Edla y más adelante Gabinete de la Reina Amélia de Orleans (1889-1908). De esta estancia, destaca el escritorio donde la reina escribía su correspondencia y los impresionantes techos.
Otras salas reseñables son la Sala de visitas, el Cuarto verde del Palacio da Pena y el Gran Salón, siendo este último el que destaca por su grandeza espacial.
El glorioso Edén, según Byron
En general, en entorno es bastante mágico y se respira un aire romántico en todo el conjunto. De hecho, según nos cuenta la web de Gulliveria: «el monte de Sintra ha provocado la fascinación de poetas, músicos y personalidades que, conociendo mundo, apreciaron la belleza cautivadora del lugar. Lord Byron lo denominó “el glorioso Edén” por su exuberancia “la más fascinante de Europa”. Y su palacio fue renombrado por Richard Strauss como el “Castillo del Santo Grial«.
Fuentes consultadas:
- www.viajandoporelmundomundial.com
- www.penapalacetickets.com/es
- https://www.gulliveria.com
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