Ángeles (3): en el arte
A través de las épocas, la Historia del Arte cuenta en su haber con un sinfín de representaciones de ángeles. Son muchos los autores y autoras que, bajo distintos estilos, han dado forma corpórea a estos espíritus celestes tan especiales. Hagamos un recorrido por algunas de las representaciones iconográficas más icónicas de los ángeles en sentido cronológico.
Precursores mesopotámicos
Entidades aladas que no son exactamente ángeles ha habido muchas. Comparten con ellos algunos rasgos simbólicos, como en el caso de los lamassu o shedu, unos toros alados que operaban como deidades protectoras de las ciudades asirias, como la de Nimrud o Khorsabad.
Precursores egipcios
En Egipto contamos con el ejemplo más emblemático de una criatura alada en el pájaro Ba, representado como un halcón de cabeza humana o una cigüeña africana cuya naturaleza era muy próxima a la divinidad. El ba es una fuerza anímica (dentro de las diversas potencias espirituales que posee el ser humano para la religión egipcia) que se encarga de mediar entre el más allá y el mundo terrenal. Es un concepto que siempre alude a un ser humano fallecido, ya que su energía se manifiesta al abandonar el cuerpo del difunto, volar hacia el mundo de los dioses y regresar cada noche para reunirse con su ka en el sarcófago.
Precursores griegos
En Grecia, son varias las criaturas aladas que se asemejan al arquetipo más popularizado de los ángeles: están las Niké o victorias, como la de Samotracia; Eros, el dios del amor; Hermes, el dios de la comunicación y protector de los viajeros (muy semejante a la función bíblica que cumple el arcángel Rafael, protector de los enfermos y acompañante de caminos, como en el pasaje con Tobías).
Ángeles en Roma
En las catacumbas romanas encontramos las primeras representaciones angélicas del cristianismo. Tienen una apariencia áptera (sin alas), imberbes, de sexo masculino y portando una toga y un pallium al estilo de los orantes (esta iconografía última es un añadido de la cultura clásica a falta de una imagen sólida de los atributos de los ángeles en las Sagradas Escrituras). La más antigua de estas obras aparece en las catacumbas de Priscila, utilizada para enterramientos cristianos en el siglo III.
Ángeles en el Medievo
Es en el contexto bizantino donde nos encontramos la primera representación de ángeles alados. Concretamente, en un sarcófago principesco mármol del siglo IV en las aproximaciones de Turquía. Sin embargo, el arte bizantino está lleno de ejemplos iconográficos de ángeles alados y otras criaturas celestiales, como serafines y tronos, las criaturas más cercanas a la gloria de Dios.
Adoptando la interpretación bizantina de los ángeles, el arte del medievo presenta ángeles alados, en actitud benevolente (a excepción del Arcángel san Miguel, que pisa la cabeza del demonio como símbolo del Bien venciendo al Mal), y realizando diferentes tareas según el pasaje bíblico en el que se inspiren. A veces, lo hacen comunicando a los humanos escogidos una gran tarea, como en La Anunciación de la Virgen María o en el Encinar de Mambré. Otras, aparecen simplemente como elementos decorativos de fondo, pero siempre en consonancia con la aparición de otras figuras santas, como Jesucristo, la Virgen María, los profetas, etc.
Ángeles en el Renacimiento y Manierismo
Con el Renacimiento, los ángeles adquieren una iconografía más naturalista y figuran como niños (muy populares) u hombres de apariencia andrógina acompañando a Cristo, la Virgen María, obispos y distintas figuras eclesiásticas. Rafael Sanzio fue el encargado de representar a los querubines más famosos de la Historia del Arte.
Ángeles en el Barroco
Aunque también fueron abundantes en el Renacimiento, los putti del Barroco italiano y español son realmente característicos. Su origen procede de los amorcillos clásicos con aspecto de niños alados que podían influir en la vida de los humanos. En el contexto cristiano barroco, los putti pueden aparecer ayudando a La Virgen a su ascensión a los cielos, como ayudantes de laboratorio en numerosos libros de matemáticas y ciencias naturales del XVII y XVIII, en el arte jesuita y son especialmente queridos por el maestro Rubens, quien llenó su pintura de ellos.
Ángeles en el Romanticismo y Orientalismo
Si hay un tipo de ángeles melancólicos, sentimentales e incluso tétricos por excelencia, esos son los románticos, como el que encarna Horace Vernet en su El ángel de la muerte (1851), autor que se sitúa a caballo entre el clasicismo académico, la pintura de historia y cuadros con numerosos tintes románticos. También se ejemplifica muy bien con «El ángel caído» de Alexandre Cabanel, a caballo entre el Academicismo y el Romanticismo. El Romanticismo es un estilo que se caracteriza por la exacerbación de los sentimientos, la patria, el gusto por lo exótico y lo lejano, lo extraño, la espiritualidad, el individualismo y la subjetividad.
Ángeles en el Academicismo
Con el equilibrio entre el Neoclasicismo y el Romanticismo que caracteriza el Academicismo más puro, William Adolphe Bouguereau o Alexandre Cabanel son probablemente los mejores pintores de ángeles bellos e idealizados de esta corriente.
Ángeles en el Prerrafaelismo y Simbolismo
Otro tanto ocurre con Edward Robert Hughes, quien comenzó su carrera en el prerrafaelismo para navegar hacia el simbolismo, representa lo mejor de ambos estilos. El prerrafaelismo se caracteriza por admirar las pinturas anteriores a la llegada de Rafael Sanzio en el arte, con predilección por temáticas legendarias y la producción de imágenes delicadas, dramáticas, lánguidas y elegantes. El simbolismo, por su parte, es una corriente artística moderna que se basa en metáforas visuales y el uso simbólico del color para representar ideas concretas.
Ángeles en el Surrealismo sui generis
Marc Chagall, un artista franco-ruso de origen judío, nos deja atónitas con sus oníricos y fantasiosos ángeles que sobrevuelan sus cuadros y que irradian espiritualidad y misticismo. Paul Klee es otro ejemplo de artista surrealista (aunque también transitó el Expresionismo y la abstracción) que cuenta a lo largo de su trayectoria artística con numerosísimas producciones de ángeles en la línea de continuidad con el arquetipo histórico.
Y, con esto, terminamos nuestro breve recorrido artístico. ¿Qué obra de arte con ángeles añadirías tú a esta lista? ¡Déjalo en la caja de comentarios!
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