Gruta

Las grutas, esas cavidades subterráneas que se forman cuando el agua de lluvia se filtra entre las rocas calcáreas o en las bases de los acantilados, donde moran agujeros inmensos creados por la erosión de las olas. Poemas que evocan espacios oscuros, húmedos, liminales, que abren sus labios y dejan penetrar en su interior al héroe —o heroína— para encontrar un tesoro o el umbral del mismísimo Inframundo.

«Una intenta escapar de ti. De las metáforas manoseadas, del sexo de las flores, de los bosques, el lobo, los huesos, el miedo, el insomnio, la pampa, los lugares explorados y los tesoros expoliados, pero no se puede. No se quiere, Alejandra. Y punto».

Poemas:

Llega

con sus aguas

a mis costas

a morir.

Isla de Lesbos 

Trepa

por mi espalda

la mujer araña;

teje

en mis párpados

la edad de oro

del sueño.

Enredos 

En silencio

nos miramos

a media voz.

Lenguajes 

Rompe el alba;

sobre la flor

yace el rocío.

Metáflora 1 

Lluvia de mayo;

crece en la tierra

una simiente.

Metáflora 2 

Hay, en el sexo, un soplo de muerte.

Está en las aguas que lamen, exhaustas, las costas con sus lenguas efímeras;

en el canto fúnebre de la sirena que, desde la gruta de los huesos, atisba el deseo en el horizonte;

en el desvanecimiento, en los ojos diluidos hacia el cielo;

en el frenesí de la ménade que despedaza y devora la carne.

Pero también hay una pulsión de vida.

Habita en el campo florido donde aletean las mariposas;

en la brisa primaveral que mece las cortinas del templo;

en las risas vírgenes que gotean las caricias.

El sexo es el espacio liminal donde los océanos entretejen su dolor;

la bruma que, antes de transformarse, envuelve el silencio previo al amanecer.

Tango de Eros y Thanatos