PichiAvo trae aire fresco al mundo del arte
Hoy llamamos “arte urbano” a cualquier graffiti que aparece en los muros o fachadas de la ciudad, generalmente encargado por organismos públicos o iniciativas privadas que quieren pretenden fomentar el arte y la cultura. Pero lo cierto es que el Street art que surgió en la década de los 70 en los barrios bajos norteamericanos no estaba encargado por nadie, y muchas veces era sancionado. PichiAvo, como cualquier grupo de artistas contemporáneos, quieren vivir del arte urbano y, por suerte, ya nadie puede penalizarlos por intentarlo.
Desdibujando fronteras
Pichi (1977) por un lado, y Avo por el otro (1985), formados en Bellas Artes y Diseño, comenzaron su andanza juntos en Valencia formando un dúo en 2007 en la escena grafitera de la ciudad.
Desde entonces, llevan salvando distancias y desdibujando fronteras entre el arte clásico y contemporáneo tanto dentro como fuera del estudio. En una época como la actual, de la que se dice que el arte ya no tiene nada nuevo que aportar y que ya se ha hecho todo, Pichiavo toma la delantera y se enmarca en un estilo único que aúna tradición y modernidad.
Porque parece que para los valencianos la pintura abre un universo de posibilidades plásticas que no están reñidas con la destreza técnica y la rigurosidad academicista. La pintura, o la escultura y el instalacionismo, ya que ambos tienen un amplio enfoque del arte que quieren llevar a cabo.
El boom
Si hay un proyecto que lanza su carrera internacional ese es la pintura monumental encargada por el NorthWest Walls Festival en Bélgica, año 2015. Una invitación que realizó el artista belga Arne Quinze (1971) para crear una pintura monumental en una pila de hasta 7 contenedores que no pasan desapercibidos.
Después vinieron proyectos para la Miami Art Basel Week y la GGA Gallery en Wynwood Walls donde destaca la Estructura de envío mitológica (2015), una obra escultórica que homenajea varios contenedores de carga creados por los artistas previamente.
Es difícil decir qué cualidad artística destaca más en la obra de PichiAvo, si la precisión técnica de sus imágenes de estilo neoclásico, donde se demuestra el dominio del dibujo y del sombreado, o el uso vibrante de los colores del espray, que contrastan con el monocromo de las anteriores (ya que el neoclasicismo concebía el arte clásico en blanco y negro, bien por el rigor histórico de estos chicos).
V a p o r w a v e & f i d i a s
El uso del color que venimos comentando entronca con la estética vaporwave que nace alrededor del 2010 en el ámbito digital, a modo de contracultura que reúne todas las corrientes artísticas desde los años 80 hasta la actualidad.
La cultura visual del vap tiene como branding la estética altamente reconocible del estilo helenístico griego (junto a Japón y Florida) y de los tonos rosados y violáceos agradables que se apoderan de las imágenes, aunque en PichiAvo hay más de reconocimiento del pasado histórico y nostalgia que del nihilismo que caracteriza a la subcultura.
Un ejemplo más reciente de ello es Alivio de contenedores de envío mitológico lanzado el 25 de noviembre de 2020 en la galería Underdogs, donde también tienen a la venta obra de Okuda, Espack, Vhils y Solid Dogma, entre otros titanes del Street.
En Alivio lo que se propone (de forma genial) es la mezcla entre un contenedor y un friso clásico que a su vez combina relieves escultóricos que nos retrotraen a la época de Fidias y graffitis en 3D y símbolos de la cultura pop. Todo en uno para disfrutar del pasado y el presente en un mismo formato bastante refrescante para el mundo del arte.
#mitología
Este 2020 han cerrado con un último proyecto que rinde tributo a la Medusa Rondanini del Museo del Prado, visible actualmente en el Hotel Riu de Plaza España. Y eso que PichiAvo ya venía cerrando fuerte el año con Ganímedes y el águila (2020) de la estación central de tren Heidelberg (Alemania) que se basa en el conocido mito de Zeus y Ganímedes y su romance homosexual (¿una bienvenida sutil a los recién llegados a la ciudad?).
Por la noche, tal y como indican en su cuenta de Instagram, Medusa brilla con luz ultravioleta con una propuesta sensorial próxima a la que provocan los neones de los suburbios del bajo Manhattan y del centro de Tokio. La mitología nunca deja de ser trending.
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