La iglesia rupestre de Santa María de Valverde
El fenómeno del arte rupestre de Valderredible, al sur de Cantabria, cuenta con varios ejemplos paradigmáticos de los cuales, destaca la Iglesia Rupestre de Santa María de Valverde. Esta fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985 y posee un Centro de Interpretación de la Arquitectura Rupestre en activo.
El valle de Valderredible
El nombre de «Valderredible» significa «el valle de las riberas de Iber» en referencia al río Ebro, el más caudaloso de España. El río nace en Fontibre, en el municipio de Hermandad de Campoo de Suso, Cantabria, y desemboca en Deltebre, Tarragona.
Valderredible es una zona plagada de piedra arenisca, lo cual facilita la excavación de la roca y la posibilidad de crear arquitectura rupestre hasta el punto que este valle muchas veces es llamado «la Capadocia Ibérica».
Se trata de un contexto geográfico muy rico históricamente, ya que, desde el siglo VIII aproximadamente quedaron patentes los rastros de poblaciones visigodas y posteriormente mozárabes en torno a esta zona.
Las ermitas rupestres
Como venimos diciendo, el Valle de Valderredible fue el contexto perfecto para atraer la llegada de diversos movimientos migratorios en la época medieval, entre los cuales, están los anacoretas y eremitas cristianos.
Los anacoretas, del latín anachorēta, son aquellas personas que se alejan de la comunidad para dedicar una vida a la soledad y el retiro espiritual. Conocidos también como «ermitaños», estas personas decidieron instalarse en la franja sur de Cantabria para poder llevar a cabo una vida ascética en el interior de las cuevas rupestres.
Con una gran influencia de la Reconquista cristiana de la Península (722-1492), dichos ascetas aprovecharon las facilidades geológicas para construir templos donde refugiarse y orar en paz, aunque algunos teóricos sitúan el origen de estos edificios prerrománicos antes incluso de la Conquista Árabe del 711.
Santa María de Valverde (VII-XIII)
Aunque se cree que esta iglesia es en realidad la «Santa María de la Sotarraña» que figura en los cartularios de Covarrubias, hoy la conocemos como Santa María de Valverde, la manifestación más grande de las iglesias rupestres de Cantabria.
Excavada aprovechando un promontorio rocoso, al exterior destaca una gran techumbre de madera (2004) que protege el interior de las filtraciones de agua. El templo está conformado por dos naves separadas por pilares cuadrados y cubiertas por bóvedas de cañón. La existencia de varios tramos es fruto de una remodelación posterior a la estructura primitiva, tal y como atestigua la espadaña de estilo románico tardío (campanario de un solo muro) que se erigió en el exterior en torno al siglo XII.
Sin duda, uno de los elementos que más destaca es la necrópolis rupestre que se extiende alrededor de la iglesia. Las tumbas, que presentan distintos tamaños, aún conservan la forma antropomórfica tallada en la roca y forman hasta una veintena de nichos. La orientación es la habitual en este tipo de enterramientos: los pies se sitúan al este, y la cabeza, al oeste, entremezclando tumbas de adultos con infantes.
¿Quieres visitarla?
En este enlace encontrarás toda la información turística disponible para poder conocer la iglesia rupestre de Santa María de Valverde de primera mano. Además, con la guía personalizada de un monje anacoreta real con quien aprenderás las claves históricas e iconográficas del espacio.
Si en la ruta quieres incluir más iglesias rupestres, siguiendo la carretera CA-273 encontrarás más iglesias rupestres de una calidad estética excepcional, como El Cadalso, Arroyuelos y El Tobazo, rodeadas de espacios naturales singulares.
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