Troya, ciudad histórica
Troya, también conocida como Ilión, fue una ciudad prehistórica ubicada en la Península de Anatolia. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Conocida por el imaginario colectivo como una espectadora de heroicas hazañas y batallas épicas, hoy conoceremos a la Troya arqueológica, más que a la mitológica. Y para ello, qué mejor que remitirnos al volumen de Rüstem Aslan, profesor de Prehistoria de la Universidad de Canakkale.
Ubicación y fundación
Sus ruinas están situadas en la costa asiática del Estrecho de Dardanelos, cerca del delta del Egeo. Es el asentamiento prehistórico más grande e importante de la región.
Las ruinas están ubicadas en el montículo de Hisarlik a 25 metros de altura, una meseta estratégicamente situada en la altura como un sistema defensivo efectivo.
Su fundación corre a cargo del dios Escamandro, una deidad fluvial del mismo nombre que el río que pasa junto a la ciudad de Troya.
Historia de la investigación
Cuando se habla de la investigación de Troya, probablemente el nombre más citado es el del rico comerciante alemán Heinrich Schliemann (1822-1890).
Apasionado de la literatura homérica, Schliemann se embarcó en un viaje hacia la colina de Hisarlik con la intención de descubrir allí las ruinas de la vieja ciudad. Schliemann comenzó su empresa arqueológica en la meseta con la ayuda del cónsul británico Frank Calvert (1828-1908) durante la sucesivas décadas.
Tras su muerte, su amigo, el arquitecto Wilhem Dörpfeld (1853-1940) continuó el trabajo, un proyecto que, todo hay que decirlo, causó graves estragos a causa del contrabando de objetos y numerosos daños en las capas culturales de la excavación. Schliemann, un gran descubridor para algunos, pasó a la historia como un «cazador de tesoros» ambicioso y falto de genuina sensibilidad hacia la historia y el arte.
Durante el siglo XX las excavaciones se realizaron de la mano de Carl W.Blegen (1887-1971) cuando el montículo se dividió en 46 capas y se utilizaron métodos más desarrollados.
Tras un período de 50 años, en 1988 comenzaron a ejecutarse nuevas excavaciones en Troya, dirigidas ahora por M.Osman Korfmann (1942-2005) de la Universidad de Tubingen, centrándose en la documentación y la restauración de los objetos.
Hallazgos
Los hallazgos realizados en la investigación dieron ciertamente sus frutos. Ejemplo de ello es el supuesto Tesoro de Príamo, hallado por el propio Schliemann, el cual automáticamente pasó a formar parte de su colección privada.
Por otro lado, el resto de piezas encontradas se han ido diseminando por los museos de Estambul, Atenas y Berlín, contando con más de 10 000 hallazgos. También están custodiados en varias universidades y colecciones museísticas con fines didácticos.
Y es que, debido a su posicionamiento geográfico, Troya fue testigo de asentamientos durante el transcurso de 3000 años, usándose ladrillos cocidos bajo el sol para los muros y las paredes defensivas.
Veamos a continuación las diferentes etapas históricas de la ciudad de Troya.
La cultura marítima de Troya I (2920-2200 a.C)
Durante la primer etapa de Troya se desarrolló una cultura marítima extendida por todo el mar de Mármara.
Las relaciones comerciales se extendieron desde Malta, en el Mediterráneo y Bulgaria, en Europa, hasta la región de Anatolia y Asia Central.
Se han hallado muros de piedras brutas restauradas y fortificadas muchas veces, así como casas, un megarón y cerámica.
Inicios de la Edad de Bronce en Troya II (2550-2250 a.C)
La ciudad de esta época tiene una fortaleza imponente. Sirvió como sede de un reino importante y en contacto comercial.
Hablamos de una ciudad de 900 metros cuadrados, rodeada por muros defensivos de ladrillos de adobe con casi seis metros de altura.
Durante esta época se descubrieron más de veinte hallazgos de tesoros, entre ellos el Tesoro de Príamo de Schliemann. Pero también fue un momento en el que se sucedieron varios incendios y la fabricación de artefactos de notable mano de obra con moldes de fundición, armas y el estaño importado de Asia Central. Destacan las copas de brazos laterales y cuerpos largos, asociadas a la producción de vino.
Edad del Bronce temprana en Troya III (2250-2200 a.C)
Apenas hay variaciones entre los restos de Troya II y III, mostrando una continuidad cultural entre ambos períodos.
La Edad del Bronce Media en Troya IV y V (2200-1740/30 a.C)
El estrato de Troya IV también es llamado «La Cultura de Troya de Anatolia». Presenta ciertas innovaciones culturales y técnicas, exhibiendo similitudes con épocas anteriores pero con una extensión del área de asentamiento de la ciudad.
Hablamos de una ampliación de 18000 metros cuadrados, bastante notable, y se describen semejanzas con Anatolia en la arquitectura y alfarería.
Aparecen los hornos abovedados con la transición de las chimeneas a estas nuevas estructuras. Ahora es cuando Troya se convierte en un montículo elevado.
La Edad del Bronce Media y Final en Troya VI
El período de transición entre el Bronce Medio y Final es el que se considera más avanzado.
Troya se había convertido en un centro administrativo y comercial. La fortaleza tenía muchas puertas y pasadizos; la puerta principal era la del sur, protegida por una torre con grandes bloques de piedra. Un camino empedrado conducía hacia un montículo y edificios con terrazas circulares. Existía una acrópolis con grandes edificios administrativos y un palacio central con un megaron o salón principal.
La estratigrafía nos muestra que esta es probablemente la edad en la que se desenvolvió Homero y la mítica ciudad de Ilión, la Wilusa de los hititas.
La Edad del Bronce Final en Troya VI y VII
La importancia de Troya va aumentando en el Bronce Final, como consecuencia de la lucha de poder entre el Reino de Ahhiyawa (aqueos) y los hititas.
La tensión política, extendida por todo Anatolia, propicia nuevos proyectos constructivos y un despliegue de poder en forma de campañas artísticas y arquitectónicas, construyendo muros defensivos en «dientes de sierra» depósitos y realizando la firma de tratados con los hititas.
Transición a la Edad de Hierro Temprana en Troya VII.I, VII.II Y VII.III (1180-950 a.C)
A raíz de la Guerra de Troya, en el período de transición se sufrieron movimientos migratorios hacia los alrededores y el negocio incipiente para reconstruir la antigua ciudad.
La secuencia de terremotos, incendios y guerras dejaron atrás el glorioso pasado de la «Alta Cultura Troyana» y varios elementos culturales fueron desarrollados a conciencia para rescatar el esplendor pasado.
Tal fue el caso de la cerámica elaborada en rueda de alfarero, o la hecha a mano, ranurada y con patrones de perilla, un estilo típicamente originario de los Balcanes.
El Ilión griego en Troya VIII (700-85 a.C)
La ciudad, abandonada en gran medida, asistía a algunos sacrificios en las áreas sagradas del oeste de la fortaleza. Al fin y al cabo, es el escenario donde tuvo lugar la «guerra de la sagrada Ilión».
Junto con el templo de Atenea, el área sagrada propulsó que Troya siguiera formando parte de una liga de ciudades y se convirtiera de nuevo en un centro político y religioso de renombre en la región.
Sobre las ruinas de la ciudad anterior se trazó una nueva, con planificadas calles ya venidas de ángulos rectos y muros defensivos de 3,2 km.
Sin embargo, la ciudad sagrada fue nuevamente destruida en el 85 a.C por el comandante romano Fimbria, como consecuencia de disputas internas del Imperio Romano.
El Ilión romano en Troya IX (85 a.C-500 d.C)
El Templo de Atenea fue reconstruido bajo la férula del emperador romano César Augusto, quien creía que el origen de su ascendencia se extendía hasta Eneas de Troya.
Obras de reconstrucción se llevaron a cabo por toda la ciudad, construyendo un nuevo teatro (Odeon) en el que también participaron emperadores posteriores como Adriano o Carcalla.
La ciudad baja se renovó y expandió numerosas veces, hasta la llegada del emperador bizantino Constantino El Grande, quien decidió trasladar su capital a Ilión en el siglo IV a.C sin poder culminar su proyecto por razones políticas.
Aun así, la mirada bizantina ya se había posado sobre la ciudad.
La Ilión bizantina en Troya X (Siglos XIII y XIVd.C)
Korfmann denominó así a la Troya de los siglos XIII al XIV d.C, una Troya-centro eclesiástico y pequeña sede episcopal.
Pero cuando Santa Sofía de Constantinopla se erigió como el centro del cristianismo ortodoxo, Ilión cayó en el olvido.
Conclusiones
La leyenda de la Ilíada de Homero tan solo forma parte de una larga serie de otras tantas. En la Ilíada, tan solo se narran los últimos días de la campaña de los aqueos para derrocar a Troya.
Es decir, que el texto homérico solo cubre una pequeña parte de la Guerra de Troya, contando la «Leyenda de Ilión» a través de un poema escrito en verso plagado de héroes, dioses y un romance desafortunado provocado por el rapto de Helena, princesa griega y esposa del príncipe Menelao.
Según dice la leyenda, Helena fue llevada por el príncipe Paris, hijo del rey Príamo a la ciudad de Troya, desencadenando un conflicto bélico que duró 80 años (1260 a.C-1180 a.C).
Sin embargo, la tradición literaria de las leyendas se remonta antes de la época de Homero, en la época micénica y la continuación de una tradición cultural en forma de menkibe (leyenda en otomano).
Troya, como enclave arqueológico, se sigue visitando y estudiando en la actualidad.
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