Mujeres artistas vanguardistas
Para hablar de las mujeres artistas vanguardistas seguiremos de la mano del volumen Breve historia de las mujeres artistas y el de Ismos: para entender el arte moderno de Sam Philipps. ¿Qué te parecen los ejemplos seleccionados? ¿Conocías sus nombres? ¿Por qué crees que algunos de sus homólogos masculinos son mucho más sonados que ellas?
Las vanguardias
Cuando hablamos de vanguardias, solemos referirnos a las manifestaciones artísticas occidentales de la primera mitad del siglo XX que se inscriben bajo el rótulo de la Modernidad, Arte Moderno o Proyecto Moderno. Sus orígenes siguen sujetos a debate: algunas fuentes lo sitúan a partir 1850 y hasta 1950; otros se refieren a la «Modernidad» como el sentir y pensar general del siglo XX, y unos últimos dicen que comienza a finales del XIX. Lo que está claro, es que hay que diferenciarlo del arte producido en la Edad Moderna, desarrollada entre los siglos XV y XVIII.
Las vanguardias propiamente dichas arrancarían con la llegada del nuevo siglo. Sin embargo, también hay que matizar que podemos hablar del vanguardismo implícito de ciertos movimientos posteriores a la segunda mitad, como el del Arte Pop, desarrollado entre 1956 y 1970.
Dicho lo cual, las vanguardias se caracterizan por ser la «avanzadilla» del mundo del arte occidental, y su origen etimológico proviene del mundo militar. Alude a los pelotones de tropa que marchan delante, una actitud que compartirán las artistas de este periodo.
Expresionismo
El término Expresionismo se refiere a un arte en el que priman la expresión de las emociones. Suele aludir al arte cultivado en el continente, especialmente Alemania, entre 1905 y 1920.
En Alemania, surgió a consecuencia de la angustia producida por los sucesos sociales y políticos de los primeros años del siglo XX. Las mujeres tenían prohibido el acceso a las academias de arte y se enfrentaban al desprecio de la sociedad si trabajaban en lugar de casarse y formar una familia, pero muchas se convirtieron en artistas.
En Múnich, centro del mundo artístico alemán de esta época, destacó Gabriele Münter (1877-1962), quien se relacionó con otros vanguardistas y contribuyó a la fundación de la Nueva Asociación de Artistas de Múnich. Dentro del grupo también estuvo Marianne von Werefkin (1860-1938), quienes formaron, a su vez, parte de Der Blaue Reiter (El Jinete Azul) con Wassily Kandinsky y Franz Marc.
Las artistas expresionistas usaron el color y el trazo suelto para expresar sus sentimientos, como Olga Oppenheimer, Paula Modersohn-Becker o Clara Westhoff.
Cubismo
Los artistas cubistas suelen combinar múltiples puntos de vista en un solo cuadro o escultura. A pesar de que el nacimiento del Cubismo se les suele atribuir a Pablo Picasso (1881-1973) y Georges Braque (1882-1963), para no caer en apropiaciones históricas, sería injusto obviar que el estilo de Picasso presenta 4 influencias definitivas:
- Cézanne (especialmente sus bañistas)
- El Greco (Visión del Apocalipsis)
- Las máscaras africanas del arte primitivo del Museo del Trocadero en París
- La escultura íbera
Picasso viajó muy poco, y entró en contacto con dicho arte gracias al comercio y las exposiciones de la época. Con «Las señoritas de Aviñón«, cuadro que, a menudo, se considera el punto de partida del arte moderno, recibió críticas de su entorno y fue muy incomprendido por no representar la realidad con verosimilitud. «Lo que está más claramente marcado por el arte africano en Picasso es la estilización de los rasgos, los rostros o el lado casi escultórico de estas figuras que, de hecho, remite a aquellos intentos de talla directa en madera o su mirada sobre las esculturas africanas”, declara a Efe Cécile Débray, directora del Museo Nacional Picasso-París (Fuente: La Vanguardia).
Los cubistas, inspirados en la obra de Paul Cézanne (1839-1906), abandonaron la tradición centenaria de la perspectiva lineal, y todos los cubistas tuvieron un estilo propio. Entre las mujeres artistas, destaca Marija Voroveb (Marevna) (1892-1984), artista rusa que mezcló cubismo y puntillismo. También la cubista y suprematista Nadeshda Udaltsova (1886-1961), Marie Laurencin, Alexandra Exter y Franciska Clausen.
Futurismo
El Futurismo fue un movimiento que adoptó el dinamismo, la tecnología y la energía. Tuvo su origen en Italia, y estuvo formado por todo tipo de artistas: pintores, escultores, músicos, escritores, arquitectos, fotógrafos, diseñadores, etc.
En 1909, el poeta Filippo Marinetti publicó el primer Manifiesto futurista en el periódico francés Le Figaro, donde decía: «Declaramos que el esplendor del mundo se ha enriquecido de una belleza nueva, la belleza de la velocidad«.
La pintora y grabadora Marisa Mori (1900-1985) fue de las pocas mujeres que formaron parte de la corriente, puesto que muchos hombres futuristas consideraban a las mujeres una debilidad, así como el romanticismo y la tradición. Aunque no estaba prohibido que participasen en el movimiento, las mujeres futuristas se consideraban distintas a las demás (una actitud que buscaba la emancipación, pero también que las pudo convertir en unas tempranas «pick me girls» o mujeres que buscan la aprobación masculina), con un carácter firme, sin ser partidarias del matrimonio y decididas a abrirse su propio camino en la vida.
Rayonismo
El Rayonismo fue un movimiento artístico ruso de vanguardia que pretendía derribar las barreras entre el artista y el espectador. Sus máximos artífices fueron Natalia Goncharova (1881-1962) y su compañero Mijaíl Lariónov (1881-1964). En palabras de Lariónov: “El rayonismo es la pintura del espacio revelada no por los contornos de los objetos, ni siquiera por sus colores formales, sino por el incesante e intenso drama de los rayos que constituyen la unidad de todas las cosas”.
Ambos estuvieron asociados al grupo «La Sota de Diamantes«, que combinaba elementos del arte popular con el cubismo y el futurismo. No obstante, en 1912, presentaron la muestra titulada «Cola de asno» rechazando la unidad estilística y desarrollaron juntos el rayonismo, un estilo basado en las nociones científicas de los haces de luz o rayos y la cuarta dimensión.
Constructivismo
Tras haber visto la obra tridimensional de Picasso en París, Vladimir Tatlin (1885-1953) regresó a Rusia y fundó el Constructivismo. Se trata de un movimiento que abogaba por representar la situación social y política de Rusia y trabajar en beneficio de la nueva sociedad creada tras la revolución de 1917. En el grupo, había varias mujeres que deseaban derribar las barreras que tradicionalmente les habían sido impuestas, entre las que se encontraba una de las líderes del movimiento: Varvara Stepánova (1894-1958). Sus creaciones tenían un sentido teatral e industrial, y evolucionó del cubofuturismo al diseño del comunismo visual.
Suprematismo
En 1915, cuando Kazimir Malévich mostró su pintura «Cuadrado negro» en la exposición 0.10 de Petrogrado (San Petesburgo), se erigió como instigador de una auténtica revolución artística. Quería abandonar las representaciones realistas y sustituirlas por la supremacía del sentimiento o percepción puros en las artes plásticas. Fundó el grupo «Supremus«, cuyos miembros rechazaban las imágenes narrativas y debatían la filosofía del Suprematismo.
En aquel momento, las mujeres rusas habían comenzado a ser admitidas en algunos cursos de enseñanza superior a finales del XIX. Tras la revolución de 1917, los bolcheviques aprobaron leyes sobre la emancipación femenina que otorgaron a las mujeres derechos de los que no disfrutaban en ningún otro lugar del mundo. Esto las permitió situarse en un primer plano dentro del mundo artístico.
Dentro de las mujeres artistas que se encontraban asociadas al grupo «Supremus», podemos destacar a Alexandra Exter, Olga Rozánova, Liubov Popova y Nadesha Udaltsova, entre otras.
Dadaísmo
El dadaísmo surgió como reacción a las atrocidades de la primera guerra mundial. Fue uno de los movimientos culturales más anárquicos de la historia, originado en Zúrich en 1917, desde donde se extendió a diferentes ciudades. Englobaba literatura, poesía, teatro, artes gráficas y artes plásticas.
El término «dadaísmo» es un sinsentido creado a propósito, y todos los dadaístas cuestionaban la autoridad. También se le achaca a este movimiento poseer un profundo nihilismo ante la vida.
Entre sus artistas icónicas destacó Hanna Höch (1889-1978), estudiante de arte gráfico y diseño. Pasó a formar parte de la rama berlinesa del Dadaísmo, y su obra se dirigía específicamente contra la República de Weimar de la Alemania de posguerra. Extraía imágenes de periódicos y revistas y fue de las primeras en crear fotomontajes.
También hay que mencionar a Suzanne Duchamp (1889-1963), hermana de Marcel Duchamp, quien creó pinturas y dibujos en los que yuxtaponía textos e imágenes.
Sin olvidar la contribución de la baronesa alemana Elsa von Freytag (1874-1927), quien fusionó el arte con la vida en sus assemblages, collages, poesías y performances, y a quien cada vez más voces atribuyen la autoría original de la Fuente de Marcel Duchamp, su famoso urinario.
Surrealismo
El Surrealismo fue un movimiento literario, filosófico y artístico surgido en 1924 con el Manifiesto del Surrealismo de André Bretón. Se basó en la investigación sobre el funcionamiento de la mente, inspirado por los descubrimientos del psicoanalista Sigmund Freud.
Dentro del movimiento, algunos artistas se sirvieron de la pintura o el dibujo automáticos para expresar las imágenes de su inconsciente. Otros, prefirieron representar los mundos oníricos con cierta gracia naturalista, como Salvador Dalí. Las mujeres surrealistas exploraron las ideas del grupo de forma perspicaz, a pesar de que Freud dijo en una ocasión: «la mujer se opone al cambio y recibe pasivamente sin aportar nada«. ¡Qué errado estaba realmente este señor!
Sus obras solían consistir en expresar cuestiones como la identidad, la emoción, el trauma y la sexualidad femenina. Algunas, como Leonor Fini (1907-1996) y Jane Graverol (1905-1984), crearon una contraposición intencionada con las formas femeninas propias de los planteamientos masculinos tradicionales a través de la representación de su cuerpo siguiendo los criterios propios.
Merece la pena rescatar a Dorothea Tanning (1910-2012), la cual trató de representar «estados desconocidos, pero conocibles», y a Meret Oppenheim (1913-1985), que produjo obras donde los objetos cotidianos se situaban de tal forma que sugiriesen aspectos diferentes de la sexualidad femenina.
Art Déco
Entre 1920 y la Segunda Guerra Mundial, el art déco celebró la modernidad a través de la arquitectura, las artes plásticas y el diseño. Fue un estilo internacional surgido en París caracterizado por la creación de obras angulares y estilizadas. Los artistas y diseñadores de esta corriente recibieron influencias del movimiento De Stijl (El Estilo), el futurismo y la Escuela de la Bauhaus, así como el arte antiguo egipcio y azteca. Usaban formas geométricas, contrastes tonales y colores vivos.
La artista polaca Tamara de Lempicka (1898-1980) se convirtió en la pintora más importante del movimiento, reflejando en su obra influencias del cubismo, el Renacimiento y del pintor neoclásico Jean-Auguste-Dominique Ingres. El pintor cubista André Lhote la describió como una «cubista suave».
Y tú, ¿conoces a otras mujeres artistas de las vanguardias que te gustaría destacar? Déjalo en la caja de comentarios.
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