Mujeres artistas del Art nouveau
Seguro que te suena el Art Nouveau y que podrías citar algunos artistas masculinos en torno a este movimiento. Pero, ¿se te ocurre algún ejemplo femenino? Si la respuesta es no, en esta sección aprenderás algunos nombres femeninos de este periodo y otros ejemplos desde el Renacimiento hasta la actualidad de mujeres artistas que alcanzaron notoriedad en su momento histórico.
Para ello, nos basaremos en Breve historia de las mujeres artistas, una excelente guía de bolsillo de la autora Susie Hodge, así como en el volumen Ismos: para entender el arte moderno de Sam Philipps.
Art nouveau
A finales del siglo XIX surgió un estilo internacional en el mundo del arte y el diseño conocido como Art nouveau o modernismo. En su momento, este estilo recibió diversos nombres dependiendo de la zona geográfica, como Glasgow Style, Jugendstil o Stile Liberty.
Se basaba en la creación de formas orgánicas y ondulantes, composición asimétricas y colores suaves que contrastaban con estilos más recargados y predominantes del momento. Los artistas del Art nouveau también se caracterizaron por aunar la fabricación en serie con el trabajo artesanal, reaccionando ante los aspectos negativos de la industrialización.
A pesar de que el Art nouveau buscaba la individualidad, absorbió aspectos de estilos anteriores como el movimiento Arts and Crafts, el arte celta, el neogótico, el rococó, el simbolismo y el japonismo (especialmente el ukiyo-e), entre otros. Un aspecto destacado es su recurrente tendencia a la figuración femenina, con imágenes alargadas y estilizadas de gran elegancia.
En cuanto a las mujeres artistas de esta corriente, a pesar de que en esta época ya había algunas mujeres que gozaban de mayor independencia, para muchas siguió siendo complicado convertirse en artistas profesionales.
Ejemplos de mujeres artistas
Entre las mujeres artistas del Art nouveau podemos destacar a Margaret MacDonald Mackintosh y Frances MacDonald Macnair.
Margaret MacDonald Mackintosh y Frances MacDonald Macnair
Margaret (1864-1933) y Frances (1873-1921) fueron unas pintoras, ilustradoras y decoradoras británicas perteneciente a la Escuela de Glasgow, un círculo de artistas activos en Escocia entre 1870 y 1910.
Ambas tuvieron la suerte de que su padre fomentase su educación, así como unos maridos que colaboraron con ellas en sus proyectos artísticos. A pesar de ser poco conocidas, estuvieron entre los creadores que sentaron las bases estéticas de esta corriente artística que caló profundamente en Europa.
Formaron parte del grupo llamado “los cuatro de Glasgow” (Glasgow four), compuesto por Charles Rennie Mackintosh, Herbert McNair y las hermanas Margaret y Frances Macdonald.
Sus obras destacan por la extrema feminidad y los motivos vegetales y mitológicos, con una fuerte carga simbólica e inspiración en la espiritualidad celta y el puritanismo victoriano. Según el proyecto cultural de Cultura Inquieta, cuando las hermanas MacDonald se casaron, Frances y Herbert se mudaron a Liverpool, donde llevaron una vida académica, familiar, y siguieron produciendo piezas prácticamente exclusivamente para su hogar.
Por su parte, Margaret y Charles se quedaron en Glasgow, donde él habría de convertirse en un famoso arquitecto y diseñador de muebles. Hoy en día, la figura más recordada es la de él, mientras que la de Margaret y su hermana han caído en el olvido.
Obras destacadas
En 1900, Margaret creó tres paneles para salones de té de Glasgow, y uno de ellos fue «La reina de mayo«, un auténtico icono de la fertilidad. En la imagen, vemos a cinco esbeltas mujeres, dos de ellas repartidas en los extremos de la composición y otra en el centro. Es en esta última donde recae toda la fuerza visual de la obra, y, según la historiadora del arte Claire E. Jones: “El título evoca la tradición del Palo de Mayo del folclore centro europeo [un poste de madera alto erigido del cual cuelgan cintas de colores y alrededor del cual se baila]. Como tradición pagana, la actividad se centra en la diosa, que simboliza la fertilidad de la tierra«.
De esta manera, el palo, que sugiere simbólicamente un falo, es sustituido en la obra de Margaret por la figura femenina central, la cual absorbe su poder (aunque los pliegues de la vestimenta recuerdan también al órgano sexual femenino). Por otro lado, las cadenas de flores se asemejan a las cintas que se usan para envolver el Palo de Mayo, mientras que las flores simbolizarían a la primavera misma. (Fuente: angelsferrerb.wordpress.com).
Y tú, ¿conoces a otras mujeres artistas del Art nouveau que te gustaría destacar? Déjalo en la caja de comentarios.
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