Cultos afrocaribeños: los rastafari
La investigación en torno a los cultos afrocaribeños llega a su término. En esta ocasión, a modo de colofón, hablaremos de los rastafaris, una forma de mesianismo religioso. Para ello, recurriremos una vez más al manual de Urquijo y Calvo Buezas, donde se exponen los orígenes e historia de esta secta.
Los rastafaris
Los predecesores del movimiento rastafari son el líder negro jamaicano Marcus Gervey (1897-1944), antecesor de los movimientos negros de EE. UU, y el emperador de Etiopía Haile Selassie (1891-1975).
Haile Selassie fue quien dio nombre al rastafarismo, ya que su nombre original era “Tafari”, y el cargo que desempeñó fue el de “Ras” (gobernador). Por tanto, “rastafari” viene a significar “El gobernador Tafari”.
Cuando Haile Selassie fue coronado emperador, los seguidores de Marcus Gervey en Jamaica interpretaron este hecho como una profecía de liberación cumplida. Dicho oráculo, elaborado por el propio Gervey, decía lo siguiente:
Dirigid vuestras miradas a África, cuando sea coronado un rey negro, la liberación estará próxima
A partir de entonces, Haile Selassie se convirtió para los jamaicanos en un nuevo mesías venido a este mundo para guiar al pueblo negro a la tierra prometida.
Principios del culto rastafari
Los principios del culto rastafari son:
- Honrar el carácter divino de Haile Selassie
- Superioridad de la raza negra
- Necesidad de retorno a la patria africana
- Formación de una comunidad separada de la sociedad jamaicana
Sociedad rastafari
La sociedad rastafari, a menudo considerada una secta por su carácter poco abierto hacia el resto del país, está conformada por comunas que viven de la pesca y la agricultura. En EE. UU, concretamente en los arrabales de Kingston, los seguidores de esta religión giran en torno a los 20.000 individuos.
La mayoría de los adeptos son personas marginadas que, según los autores citados, dicen que presentan graves problemas de agresividad y resentimiento hacia el resto de la sociedad. Sin embargo, también es cierto que los rastafaris han sido perseguidos por las autoridades policiales de Jamaica, siendo a menudo arrestados e incluso obligados a afeitarse la cabeza para eliminar su símbolo de rebeldía frente al sistema: las rastas, que imitan el peinado de los guerreros etíopes.
Por otro lado, los rastafaris adoptaron la bandera de Etiopía como símbolo oficial, adoptando formas de vestir diferenciadoras, como los tonos chillones.
Es usual encontrar en cualquier vivienda rastafari una foto del emperador Haile.
Simbolismo de las rastas
Las rastas no son características solo de los rastafaris. Otras culturas y religiones, como los masáis de África, los sadhus hindúes (ascetas), los Vikingos o los sufís musulmanes suelen portar este tipo de peinado.
Existen rastafaris que no ostentan rastas, por miedo a ser discriminados y no acceder al mundo laboral.
Con todo, las rastas no solo rememoran a los guerreros etíopes: también representan al León de Judá, Haile Selassie, quien, con la fuerza del león de la sabana, lucha contra la opresión del pueblo africano y sus descendientes.
El consumo de marihuana, siendo uno de los temas más recurrentes al hablar sobre rastafarismo, es, en realidad, una consecuencia más provocada por la marginalidad de estas comunidades.
Volver a África, volver a Sión
La idea de los rastafaris, al igual que otros cultos afrocaribeños, es la de volver finalmente a África, su tierra de origen (también denominada Sión). Recordando el origen esclavo de estas nuevas religiones centroamericanas, es fácil entender por qué.
Haile Selassie destinó, de hecho, una zona de Etiopía para los que decidieron regresar, reuniendo en 1958 alrededor de 3.000 jamaicanos. Sin embargo, la propuesta no llegó a término, desencadenando una revuelta dos años más tarde.
En 1961 se resucitó el proyecto, pero, de nuevo, no se llegó a concretar nada. Como consecuencia, el nuevo líder, Millard Johnson, lanzó la idea de que, en lugar de regresar a África, los negros debían de “africanizar” Jamaica.
El reggae
Al igual que la marihuana, otro fruto de la marginación fue el nacimiento de la música reggae. El reggae es una música de protesta que se ha dado a conocer en todo el mundo gracias a Bob Marley.
Su leitmotiv es señalar y denunciar la opresión del sistema de Babylon (Babilonia), que encarna el capitalismo y otras formas de vida alienantes de la contemporaneidad. Frente a Babylon, los rastafaris abogan por la ley de Jah, el León de Judá.
Actualmente, los rastafaris continúan existiendo en Jamaica, diseminándose por toda la isla. Su creencia en la profecía de Marcus Garvey se mantiene firme, y su marginalidad sigue siendo un hecho.
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